59. Novios

Hola a todas, ya regrese y de mejor animo:) lo del concurso se arreglo despues de aclarar ciertos puntos osea que hasta volvi a respirar!!

Las personas que pasen por mi Facebook moriran por mi foto de portada!! aaaaaaHH!!! la ame, pr siempre y para siempre, y la pregunta mas importante...

¿SABEN QUE FALTA EXACTAMENTE UN MES PARA QQUE TERMINE LA SAGA? :'( CON QUE ME VOY A OBSESIONAR? DEFINITIVAMENTE NO SERA LO MISMO. BUENO SI NO VISTE ESTA PARTE DE CREPUSCULO... NO SE PORQUE TE DICES FAN DE CREPUSCULO:) SON MIS PARTES FAVORITAS, APARTE DE LA ESCENA DEL BESIBOL!!!

 

vi adelantos de cuando Bella ve a Charlie, en serio que el cambio nada que ver, me dio risa, tambien cuando abraza a Edward (su sexy marido, pffff) y lo hace con mucha fuerza ajajXD :'( bueno, fueron de los mejores 4 años de mi vida.

Estoy un poco... triste por otro lado, reprobe dos examenes en la prepa, mate y fisica los demas los pase... bueno, no me mori por reprobar.

Espero que les guste el capitulo, ya casi van a saber la historia de Caroline y el porque es tan extraña, el siguiente capitulo se los dire, bueno sin mas aqui esta...

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POv. Caroline

Me sorprendió que Lucas dejara a su hermana en casa, solía vivir prácticamente en la mía, me encanta que se quede en mi casa, tener una amiga real en este mundo de fantasía que nos rodea, al fin nos podemos contar todo, a pesar de que no he andado del mejor humor en estos días. Llegamos al parque, nuestro parque. Me abrió la puerta antes de que parpadeara sacándole provecho a su inhumana velocidad.

-¿Quieres dar un paseo? –me pregunto ofreciéndome su brazo. Asentí con una sonrisa, enredo con delicadeza su brazo alrededor del mio.

Como un simple toque puede desprender esas chispas, adoraba esa sensación. Comenzamos a caminar por el parque, todo figuraba como en las películas antiguas en donde los hombres paseaban con las mujeres, todo demasiado romántico, demasiado perfecto, Lucas es perfecto; no sabia en que época nacio Lucas exactamente pero como me hubiera gustado estar junto a el, compartir este momento. Siempre es un caballero conmigo, con todas incluyendo a la insoportable de mi prima que me taladraba con la mirada a la hora del almuerzo, le agradezco en alma todo lo que ha hecho por mi.

A estas alturas no podía negar que lo quería, lo necesitaba, no quería que se fuera de mi lado… ¿el me querria del suyo o era simple compasión? Me daba temor leer su mente y encontrarme con pensamientos desagradables, que no hiceran mas que herirme.

-Lucas, ¿sucede algo? – le pregunte, se le notaba los nervios a kilómetros de distancia; no leería su mente, nunca lo he hecho ni lo hare, si me tiene la suficiente confianza me lo dira, me dije para tranquilizarme.

-Caroline tengo al importante que decirte – nos detuvimos en nuestro paseo, me miro directamente a los ojos, esos ojos oscuros que me desarmaban por completo. No pude decir nada mas, si el deseaba que me alejara lo haría, no me debe nada después de todo, realmente yo se lo debía a él, mi vida – Te quiero.

Dos palabras, ocho letras, una pequeña frase fue lo que necesite para abrazarlo con todas mi fuerzas, llorando de felicidad, esas palabras las quise escuchar en un momento como este. Un momento donde no había dolor solo tranquilidad.

-Caroline, pequeña no llores, entiendo si no quieres que este cerca de ti… - ¿Cómo podía pensar siquiera que lo quería lejos? Una idea absurda.

-Yo también te quiero – murmure levantando la vista hacia su rostro – y no quiero que te vayas, no te libraras de mi con facilidad – sonrei esperando su reacción.

-Esta pregunta queda de mas – nos separo levemente para poder tomar mis manos – pero quiero hacerla, ¿Srita. Caroline quisiera ser mi novia? – la sonrisa se ensancho mas, felicidad de pura felicidad. Asentí sin poder hablar, la emoción que sentía me lo impedía – me has hecho el hombre mas feliz – me cargo como un bebe y empezó a  dar vueltas conmigo. – creí que me rechazarías – admitió, no me volvió al suelo al contrario me atrajo mas hacia su pecho, frio y perfecto.

-No podría aunque quisiera – le dije con sinceridad – te quiero Lucas, me canse de luchar contra esto, me rindo – sonreí sonrojándome.

-Me alegro que te hayas rendido – sonrió solo como el sabia hacerlo, con esa perfecta dentadura blanca, marcando su hoyuelo izquierdo.

Sus labios se acercaron con lentitud hacia mi, cerré los ojos dejándome llevar por lo que sucedería. Sentí una ligera presión sobre mis labios como plumas, frio como una paleta helada y pulidos como un diamante, una combinación deliciosa. Los labios de Lucas sobre los míos hizo que mi corazón se acelerara tanto como mi respiración, le respondí el beso un poco tarde, por pensar demasiado las sensaciones en lugar de sentirlas; ahí estaba yo disfrutando del mas dulce y perfecto beso con un semi-vampiro, enrededando mis brazos alrededor de su cuello para que no quedara ningún hueco libre entre nuestros labios, no cuanto tiempo estuvimos así, pudieron ser horas y para mi hubieran sido segundos.

-Creo que debería llevarte a tu casa – dio sonriendo mientras regulaba su respiración, la mía estaba aun peor, mi pecho subía y bajaba con tal rapidez que mis costillas se romperían, mi corazón la sensación de su latir me sorprendió mucho, hace tanto que no me ruborizaba, que no latía así…

-Si… - dije con una leve sonrisa y mejillas completamente rojas.

Volví a acercar sus labios a los míos para unirlos de nuevo, la sensación más perfecta del mundo. Todavía me llevaba en brazos, notaba ligeramente que nos movíamos, el viento despeinaba mis cabellos. Rompió el beso repentinamente depositándome en el suelo, alejándose de mí levemente.

-¿Sucede algo? – le pregunte alarmada.

-Nada. – No me decía la verdad – vamos tu abuela se preocupara – me abrió la puerta del copiloto y la cerro cuando subí.

-¿Me dirás la verdad? – le pregunte mirándolo conducir sin quitar la vista de la carretera.

-El viento trajo consigo el mas delicioso de los aromas – dijo en susurro mirándome de reojo, tanteando mi reacción por sus palabras – a si como trajo a la mas hermosa de las mujeres – adulación pura.

como pasar por alto esas palabras se refería a mi sangre, pase por alto el detalle de eso: mi sangre canta para el. Suspire. ¿Cómo pude ser tan tonta? Era tan difícil para el estar cerca de mi.

-Lo entiendo – dije repentinamente seria, algo que Lucas no paso por alto.

-No te sientas mal pequeña – se estaciono frente a mi casa, algo me decía que manejaba como un desquiciado; rozo mi mejilla con sus frios dedos – no es tu culpa, incluso me alegro de que sea asi – frunci el seño, creo que cuando encuentras a esa persona lo que mas te hace desear su compañía es su sangre. – encontré a la persona mas maravillosa que puede haber sobre la Tierra. Me enamore de esa persona. – deposito un suave beso en mis labios que se torno mas apasionado. – hay que salir antes de que Agatha piense que estoy corrompiendo a su niña – dijo divertido.

Asentí, de nuevo aprovecho esas habilidades de inhumano para abrirme la puerta, resople.

-Déjame ser un caballero por favor – me pidió ante mi contrariedad – así fui educado. – sonrió con inocencia, con esa inocencia que hizo que sus palabras dejaran de sonarme como una broma. – mis padres nos educaron a mi hermana y a mi de ese modo – se encogió de hombros.

La nostalgia en su voz, extrañaba a su hermana por mi culpa no estarían juntos como la familia que deben ser.

-Hay que entrar – dije para cambiar de tema.

Tomo mi mano, un gesto que me sorprendió del que no intente zafarme. Caminamos con lentitud al interior de mi casa, al parecer no había nadie. Hable en voz alta a Matt y a mi abuela pero no respondieron, estábamos solos. Sonreí, No quería explicar nada aun.

-Al parecer no hay nadie – dije viéndolo, me sonrió; amaba sus sonrisas, sobre todo como se marcaba su hoyuelo izquierdo, Anne y el son muy parecidos.

-¿Qué quieres hacer? – me pregunto observando el lugar distraídamente.

-¿Quieres un recorrido? – le pregunte, no había nada mas que hacer. Bueno si…

Adivino mis intenciones y antes de que diera un paso unió nuestros labios. La sensación de sus labios seria algo que no olvidaría jamás. Me cargo hasta la sala donde se sentó el sofá y me acomodo en su regazo. Así seguimos un rato mas, besándonos, acariciaba mi espalda de arriba abajo con dulzura y sin prisas, hasta que alguien carraspeo.

-Espero no interrumpir – La voz de “mi papa” interrumpió uno de los momentos mas perfectos de mi vida. A veces George se comportaba como el papa que esperaba, pero ¿tenia que ser exactamente hoy? – Venia a ver si se te ofrecía algo, veo que no – miro despectivamente a Lucas.

¿Desde cuando se comportaba como el papa que tanto tiempo espere?

-Sera mejor que te vayas – le susurre a mi novio, te espero en mi habitación en una hora, por favor no intervengas le dije a través de mi mente.

-Te veo luego – me dio un beso en la frente, me levante de su regazo refunfuñando, no quería que se fuera – con permiso, Sr. Mathews – dijo a George con cortesía que se dedico a asentir con indiferencia.

Lucas salió de la casa, en el momento justo cuando George comenzó con su sermón.

-¿Qué significa eso? – me pregunto, mejor dicho me exigió.

-Nada. – Me levante del sillón avanzando a la cocina impidiéndome el paso – déjame pasar por favor – le pedí con paciencia – no hacia nada malo, no tienes nada que reclamarme. – seguía sin dejarme pasar.

-No quiero a ese chico en la casa – me ordeno, como si le fuera hacer caso. – me preocupa lo que pueda hacerte.

-A buena hora te preocupas – murmure, no les guardaba rencor, sin embargo mis palabras eran la realidad. – mira, se cuidarme perfectamente bien sola, lo he hecho por mas de cinco años; no le diré a Lucas que se aleje, lo quiero y es mi novio. Además, me salvo la vida – le dije con toda la tranquilidad que pude, controlando mi enojo. – a mi abuela le agrada, esta muy agradecida con el y su familia por haberme ayudado tanto; - subí unas cuantas octavas – a si que por favor no me vengas a pedirme algo que no sucederá.

-La semana que entra nos regresamos a España – su familia vino con el, mi madrastra y su pequeño hijo, había algo raro en como pronuncio la frase – ve preparando tus cosas te vienes con nosotros y es una orden no una petición. – aclaro antes de que hablara de nuevo.                             

 -¡No tienes ninguna autoridad sobre mi! – esto me sobrepaso, ¡me pedía que me fuera con el después de años sin tener contacto! ¿Quién se cree? – ¡eso lo perdiste desde el momento en que se te olvido que tenias otra hija! – Exclame – no puedes esperar que te obedezca, aquí esta mi familia y no la voy a dejar – dije decidida.

-La decisión esta tomada, ya te lo dije: no te estoy preguntando. – repetio con tranquilidad, obviamente el estaba igual de furioso que yo, su mirada dolida por mis palabras, era la primera vez que las decía en voz alta.

-Yo también ya te dije que no pienso irme a ningún lado, con eso no lograras que me aleje de Lucas – le adverti. No me podía ir, no ahora. – no tengo nada que hacer en España, incomodaría a tu familia, te incomodaría a ti – suavize mi voz para que sonora mas persuasiva – lo siento en serio, pero no me puedes pedir eso si quieres convivir mas esta bien lo entiendo, aun así yo no me voy a mudar – aclare.

No le negaría pasar más tiempo junto lo que no permitiría seria que me alejara de mi abuela, Matt, Lucas y el resto de los Cullen, ya me había encariñado con ellos.

-Lo hablamos luego – me dio un beso en la frente, antes de irse.

Hace mucho que no sentía un gesto así de alguno de mis padres. Subi las escaleras corriendo para encerrarme en mi habitación y llorar. Unos brazos frios me rodearon como protegiéndome.

-Tranquila pequeña, estoy aquí – me frotaba la espalda con delicadeza.

No paraba de brotar lagrimas de mis ojos pero yo ya no tenia miedo, tenia conmigo al novio mas perfecto, comprensivo y enamorado que podía existir, una voz surgio en mi cabeza: ¿sentiria lo mismo cuando supiera la verdad? Mande callar a esa tonta voz en cuanto pensó eso.